¿Deporte o arte? Lo más conveniente para tus niños

Existe una visión social extendida que tiende a reducir al mínimo el aporte del arte y el deporte para los niños, millones de padres llegan a verlo como una actividad extra académica que, en algunos niveles de la educación de sus hijos, tendrán que verlo como una materia más, un requisito para terminar sus estudios pero hasta ahí. 

Esa visión errada que resta importancia al arte y al deporte, es la contraparte de otra visión alterada de la realidad, según la cual un niño debe hacer arte o deporte únicamente con la esperanza de que sea una estrella en alguna de esas áreas, llegando a ganar tanto dinero que sus padres, su familia y el mismo niño vivan una vida de ricos a costa de su talento.

Ni un Mozart ni un Grandes Ligas

Debemos resaltar el tema de la última visión porque, ante las grandes ganancias que representan para un chico llegar a ser pelotero de Grandes Ligas, es algo que se ha vuelto incluso tradición en muchos países, llevar a un niño a prácticas desde muy temprana edad y presionarlo de manera intensa porque “solo los mejores llegan a ser de los grandes equipos del mundo”.

El deporte y el arte son positivos para los niños pero nunca en los extremos mencionados, los niños todo lo notan y se pueden sentir frustrados si saben que sus padres tienen sus esperanzas puestas en que lleguen a ser de un gran equipo de fútbol y no lo logran, lo mismo que no darán la importancia que tiene el arte si sienten que la única meta es llegar a ser un gran cantante o compositor, instrumentista, que obtenga una beca desde pequeño.

¿Es malo perfilarse como un grande en el arte o deporte desde niño?

Para nada, lo negativo es que sea la única y última meta que lleve a los niños a tener contacto con estas áreas. El arte enaltece, vincula al niño con la empatía, el transmitir los sentimientos, refuerza la disciplina y le da a los chicos y jóvenes una visión más universal de las cosas, más amplia. El deporte no solo mejora la condición física, la salud de los más pequeños de la casa, también les ayuda a aprender y entender los ciclos de ganar y perder, tan comunes en muchas cosas de la vida. Desarrollar una sana competitividad además genera la idea de esforzarse por los logros, son elementos que necesitarán en la vida. 

Escuelas de arte y deporte para niños en los primeros años

Llevar a un niño de  4 o 5 años a clases en cualquier deporte o arte tiene muchas ventajas, siempre que no se les presiona para ser estrellas. La socialización del niño en esa edad le ayuda a desarrollar de mejor manera sus aptitudes ante la vida, el juego en equipo o prácticas musicales en grupos u orquestas, incluso a nivel muy básico, desarrollan un sentido social y habilidades de coordinación grupal indispensables para la vida futura de cualquier joven.

Tratamiento del deporte y el arte en la escuela

Quizás sean las escuelas la tabla de salvación para mejorar la visión de los niños ante el deporte y el arte. Los maestros en estas áreas suelen ser gente preparada, que sabe recrear a los niños, enseñarlos a disfrutar y a aprender sin presiones, como debe ser para fomentar su formación y entendimiento de la sociedad.